Camino a Roquetas con la toalla, la sombrilla y la colchoneta. Nervios por lo que te espera allí. Has quedado con un chico guapísimo con el que has estado hablando durante un tiempo por internet. Te registraste en rollos fáciles y empezaste a conocer gays de Almería. Había muchos gays interesantes, pero este te llamó la atención más que ningún otro, aunque era de Roquetas y quedaba un poco más lejos.
Roquetas te quedaba un poco lejos, pero nada que un viaje de media hora en moto no te llevara allí. Además, te apetecía un día de playa después de tanto tiempo sin salir de casa nada más que para comprar o para sacar al perro. Semanas y semanas en pijama. Al menos del pijama pasabas al bañador. Y aunque habías subido algún que otro kilito en el confinamiento, te sentías fabuloso. Preparado para conocer a ese chulazo gay de Almería que te tenía tan loco.
Llegas a la playa, aparcas la moto y te diriges al chiringuito. Con una cerveza en una mano y un libro en la otra, esperas a que él llegue. Te pones a pensar otra vez en todas las cosas que habéis compartido sin haberos visto ni una sola vez. Empiezas a pensar en por qué de todos los contactos gays de Almería que tenías de la página, habías decidido quedar con éste. La respuesta era sencilla: te hacía sentir muy bien.
Después de un rato y de fijarte en el cuerpo de más de uno por ahí, ves a lo lejos al que parece tu contacto gay de Almería que habías conocido en internet y con el que habías estado hablando varias semanas. Estás nervioso, pero deseando conocerle. Por fin se acerca, te pregunta si eres tú y él te dice quién es. Las miradas y las sonrisas lo dicen todo: no solo os gustabais antes de conoceros; ahora lo confirmáis.
Pasáis todo el día juntos entre playa y chiringuito, con sombrilla y sin camisetas, entre olas y castillos de arena y, sobre todo, intercambiando risas e historias de cada uno para conoceros un poco más si cabe.
Te sientes bien, feliz y con ilusión. Has conocido en persona al chico gay de Almería que habías conocido online y que tanto te gustaba. Ha sido mejor de lo esperado y, además, habéis quedado en volveros a ver en unos días. Mejor imposible.
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